sábado, 9 de abril de 2011

Pokemón Edición Blanca y Negra

15 años después de revolucionar el mundo de los videojuegos, 15 años después de que Satoshi Tajiri combinara sus dos pasiones (videojuegos y coleccionismo de insectos) para crear los icónicos Pokémon Rojo y Azul –Verde en Japón-, llega a Nintendo DS la quinta generación de una saga que desde sus inicios  lleva marcando la infancia de muchas personas.
Nintendo descubrió allá por 1995 -aunque aquí llegara algo más tarde- una fórmula incombustible que año tras año  produce todo tipo de juegos y merchandising  sin mostrar en ningún momento síntomas de fatiga en lo que a  ventas se refiere. Game Freak deja de lado por el momento los remakes y vuelve a sorprendernos con la siguiente generación Pokémon, en la que deberemos explorar una enorme región en busca de las 156 nuevas criaturas mientras lidiamos con los ataques del equipo rival más interesante de la saga, todo aderezado con numerosas mejoras visuales y jugables. Ya van 5 generaciones, varios remakes de títulos anteriores y una cantidad considerable de spin-offs, por lo que algunos tenderán a pensar que Pokémon Blanco y Negro es puro reciclaje de contenidos y un nombre que llama la atención, con las ventas que ello conlleva. Tras comenzar a jugarlo, esa sensación se va de un plumazo.

Básicamente podríamos decir que cada Pokémon sigue una misma fórmula, inalterada juego tras juego, pero con suficientes mejoras como para seguir enganchándonos a cada nueva entrega que llega a las estanterías.

Puede que el cambio esta vez no sea tan notable como el paso de la primera generación a la segunda, pero se le acerca bastante. Sigue sin contar una historia sublime, pero consigue mantener nuestro interés muchísimo más que en anteriores entregas, con modificaciones que sorprenderán a propios y extraños. El esquema se ha roto, nuestra meta no será esta vez convertirnos en el mejor, ni tendremos un rival que nos acose en todo momento. Partiremos de viaje con dos amigos más, un viaje que como es habitual representa el paso de la niñez a la madurez. En esta ocasión, los problemas se plantearán de una forma algo más reflexiva gracias a la introducción del equipo Plasma, una especie de secta que persigue la liberación de los Pokémon a manos de los entrenadores, personas que tratan a sus criaturas puramente como máquinas de luchar.

Por lo demás, seguirán las 8 medallas, la Liga Pokémon y las interminables jornadas de “caza y captura” detrás de los más de 150 nuevos Pokémon, número que se verá considerablemente ampliado una vez completemos el juego con la posibilidad de acceder a nuevas zonas y reencontrarnos con nuestras añoradas criaturas clásicas.
Llenar la Pokédex será, lógicamente, más difícil que en otras entregas, entrando en juego la otra gran faceta de Pokémon: los intercambios. Como ya nos tenía acostumbrados Nintendo en todas las entregas para Nintendo DS, podremos intercambiar criaturas y combatir a través de Internet, algo que se ha visto muy mejorado en Blanco/Negro, puesto que no necesitaremos códigos de amigo para combatir. Y si poseemos una DSi o DSi XL podremos beneficiarnos de sus características exclusivas para llegar incluso a realizar videoconferencias con otros entrenadores. También al multijugador se une el Superlanzador, un aparato que nos permitirá utilizar objetos sobre nuestros Pokémon si tenemos suficientes puntos acumulados en la batalla.
Otro añadido es el paso de las estaciones, en las que cambiarán algunas zonas de la región, así como el aspecto o el ratio de aparición de diversos Pokémon. Comenzando en Otoño, cada mes cambiará la estación, por lo que deberemos estar atentos si queremos recorrer Teselia en todas sus estaciones.

Los combates ahora podrán ser de hasta 3 vs 3 de forma rotatoria, permitiéndonos alternar el Pokémon central para planear una mejor estrategia, ya que no todos los ataques afectan a la misma zona del escenario. No obstante, en el modo individual esta novedad ha sido ligeramente desaprovechada, basándose la gran mayoría de combates en el clásico esquema 1vs1.
El C-Gear, dispositivo que conseguiremos en los primeros compases de la aventura, nos permitirá conectarnos con otros jugadores en cualquier momento desde la pantalla táctil de nuestra portátil, pudiendo realizar diversas acciones de red cuando nos plazca.

Otros cambios deberán ser sopesados por uno mismo para descubrir si realmente son una mejora o si por el contrario facilitan en exceso el desarrollo de la aventura. Por ejemplo, en la mayoría de cuevas o bosques encontraremos un entrenador que, de conseguir vencerlo, curará a nuestro equipo pokémon siempre que lo deseemos, ahorrándonos un viaje al Centro Pokémon -lugar que ahora cumple también la función de tienda-, algo que para algunos resultaba parte fundamental de la mecánica. Por otra parte, las MT (Máquinas Técnicas) pasan a tener un número ilimitado de usos, por lo que podremos enseñar los movimientos más poderosos a un mayor número de aliados. No obstante, no todo sirve para facilitar la aventura, puesto que el nivel de dificultad general es ligeramente superior: el juego no dudará en ponernos en nuestro sitio si nuestra forma de entrenar no cumple ciertos requerimientos.
En cuanto a gráficos y sonido, Pokémon Blanco y Negro va un paso por delante de anteriores entregas. La colorida región de Teselia se nos mostrará en unas bellísimas 3D que nos sorprenderán en ciertas zonas con espectaculares cambios de cámara, aunque a veces nos resultará inexplicable cómo habiendo creado un mundo tan bonito con tantos elementos tridimensionales, siga predominando la vista aérea estática típica de la saga, dejando las virguerías técnicas casi exclusivamente para los gimnasios, el Alto Mando y la impresionante Ciudad Porcelana, una especie de Nueva York que a buen seguro os dejará con la boca abierta.

Como cabría esperar, los combates también se aprovechan de la mejora gráfica, mostrándose más realistas gracias al movimiento constante de los combatientes, a los cambios de cámara y a pequeños detalles como el ver los ojos cerrados de los pokémon mientras duermen, etc.

El sonido se mantiene en la línea de las últimas entregas pero añade algunas melodías de corte épico que enfatizan los momentos de mayor tensión de la aventura, sobre todo en ciertos encuentros con el misterioso ¿rival? “N”.

Una de las sagas más adictivas de todos los tiempos vuelve a contagiarnos una fiebre que algunos creíamos olvidada. Aun siendo un juego claramente superior en casi todo a sus predecesores, es imposible sentir cierto rechazo a los diseños de algunas nuevas criaturas, como los basados en una bolsa de basura, un cucurucho de helado o una lámpara, creaciones que nos harán recordar inevitablemente a nuestros antiguos compañeros. Por suerte, con el tiempo podremos encontrarnos de nuevo con ellos... justo cuando empieza lo bueno: preparar a nuestro equipo favorito para demostrar a entrenadores de todo el mundo quién manda. ¿Alguien pensaba que Pokémon había muerto?

Hecha por:Alejandro

1 comentario:

Alberto dijo...

Ola ya tengo la nintendo y he jugado ya al nuevo pokemeon edicion negra y por cierto es bastante realista.